El Cabildo y vecinos de Cartagena otorgan poder al Escribano de Gobernación para que los represente ante el Rey y sus Consejos, y solicite algunas mercedes para aquella ciudad.
Listado de personas, con detalle de sus cargos y oficios, que asisten al Cabildo en pleno para otorgar poder al Escribano de Gobernación para solicitar mercedes al Rey.
Solicitud para que se revoque el poder otorgado por el Cabildo de Cartagena al Escribano de Gobernación, que iba a España a representar asuntos de interés para la ciudad.

Poder que otorga la ciudad de Cartagena y sus moradores en “cabildo y llamamiento general y abierto”, reunidos en la “posada … del licenciado Melchor Pérez de Artiaga, … Oidor de la Audiencia de Santa Fe y Visitador General de la Provincia de Cartagena, por pregón realizado por Rodrigo de Padilla, para que den “su acuerdo y parecer acerca de lo aquí contenido”, en presencia del Gobernador de aquella provincia, Juan Fernández de Busto y de las siguientes personas: 
Pedro Barros, Alcalde Ordinario de Cartagena; Alonso de Saavedra, Tesorero de la Real Hacienda y Regidor del Cabildo de Cartagena; Juan Velásquez, Factor e Regidor; Pedro de Során, Contador y Regidor; Francisco de Carvajal, Diego León del Castillo y Yuste Guerra; los vecinos y encomenderos Diego Muñoz de Alarcón, Pedro Díaz, Gonzalo Gutiérrez, Baltazar de Leute y Alonso González, regidores del Cabildo; el procurador Francisco Flores; los mercaderes Martín Alonso de los Ríos, Diego Polo, Pedro de Espinosa, Francisco López, Asencio Moreno, Juan Beltrán, Juan Alonso y Hernán Vásquez; los plateros Francisco Enríquez (I. 3) y Diego de Simancas; los carpinteros Francisco de Carmona, Alonso Martín Barraza, Pedro de Herrera, Esteban Bravo, Bartolomé de Arjona, Sebastián de León, Bernabé Alonso, Alonso García Morante; Francisco de Estrada y Lorenzo Vásquez; el herrero Gerónimo Gutiérrez; los espaderos Pedro Marmolejo y Diego Hernández; el confitero Antonio Gutiérrez; los sastres Gonzalo Gutiérrez y Juan López;  el calcetero Luis Gómez; el zapatero Juan Martín; los barberos Alonso de Rivera y Gaspar Ternero; y los vecinos Cristóbal Díaz, Andrés Gómez, Pedro de Bustamante, Manuel Riveros, Nuño Leal, Lázaro Gil, Pedro de Villareal, Juan de Herrera, Francisco de León, Rodrigo de Portillo, Diego Díaz, Francisco Pacheco, Rodrigo de Padilla, Bartolomé Sánchez, Francisco Velásquez y Ruy García.
Estos señores aprueban darle poder al Escribano Mayor de la Gobernación de la Provincia de Cartagena, don Francisco Martínez, quien viaja hacia España, “para que en nombre de esta república, vecinos y moradores de ella” pida al Rey lo que más convenga al de esa ciudad, de acuerdo a la instrucción que le dará el Oidor y Gobernador (I. 4), revocando los otros poderes que haya otorgado el Cabildo de Cartagena, “y atento la calidad del dicho Francisco Martínez y su fidelidad y legalidad y ser persona que sabe y tiene noticia y entiende los negocios tocantes a esta ciudad y república, y toda habilidad para hacer y tratar lo que convenga”, le otorgan “todo poder cumplido … y en tal caso se requiere y es necesario, con libre y general administración, a vos el dicho Francisco Martínez, para que como tal Procurador de esta ciudad y república de della podáis parecer y parezcáis ante su majestad y ante los señores de sus muy altos y reales Consejos de las Indias y otros cualesquier, y ante quien y con derecho debáis, y pedir todo lo que convenga y sea necesario a el … bien y utilidad de esta república”, y que pueda pedir, tratar y negociar todo lo referente a esta ciudad, y en su nombre, pueda presentar como Procurador de ella las “peticiones que convengan y sean necesarias, y sacar y ganar cualesquier cédulas, mercedes y provisiones reales y cartas ejecutorias tocantes a la república de esta ciudad y bien della” y hacer los autos y diligencias que convengan (I. 5), conforme a la instrucción que para ello se le da.
Como no hay motivo para que yendo el señor Martínez a la corte en nombre de la ciudad de Cartagena “haya otro Procurador ni persona con poder más que vos”, revocan cualquier otro poder que se haya otorgado anteriormente, y piden que “se les notifique esta revocación a las tales personas, dejándolos como los dejamos en toda su honra, buena vida y fama”.
También tendrá poder para presentarse “ante cualesquier jueces e justicias de su majestad, y hacer todos los pedimientos y requerimientos autos y diligencias necesarias”, y pueda representar a la ciudad y “hacer cualesquier … juramentos en nuestras ánimas y poner y sustituir un procurador, dos e más, y los revocar y poner otros de nuevo”, siempre y cuando no exceda “lo contenido en la dicha instrucción” (I. 6), y por virtud de ello, obligan “nuestras personas y bienes, y los bienes y rentas de esta ciudad, habidos y por haber en firmeza”, y otorgan “esta carta ante Antonio Suárez, Escribano de su majestad en todos sus reinos y señoríos y Público del Número de la dicha ciudad de Cartagena”, quien certifica que este documento se otorgó el 10 de diciembre de 1560, ante los testigos Miguel de Medrano, Lorenzo de Ávalos y Rodrigo de la Torre, residentes en Cartagena.
Los otorgantes que saben escribir firmaron este registro, y los que no, firmó por ellos un testigo “a los cuales otorgantes, yo el escribano doy fe que conozco”. Antonio Suárez (I. 7).

El 8 de enero de 1561 compareció ante el Escribano Antonio Suárez, don Gonzalo Gutiérrez, “vecino de la dicha ciudad de Cartagena, como Procurador General que a el presente es de esta dicha ciudad de Cartagena, de que yo el escribano doy fe”, y dijo que con los demás vecinos de Cartagena otorgó el poder mencionado, y que ahora, “como tal Procurador General que es, … aprueba y ratifica el dicho poder” para que sea relevado. Lo firmó ante los testigos Francisco de Estrada, Pedro de Villareal y Rodrigo de la Torre, quienes residen en Cartagena. El escribano Antonio Suárez certifica que lo conoce, y firma este documento “en testimonio de verdad”. 
Juan de Contreras y los demás escribanos que firman, dan fe y testimonio (I. 8) que Antonio Suárez “es Escribano de su majestad e Público en esta ciudad de Cartagena, y que a las escripturas que van signadas y firmadas de su signo y nombre se da entera fe y crédito, como a escrituras otorgadas ante tal Escribano”. Cartagena, 9 de enero de 1561.

Declaración del Escribano Mayor de Gobernación de la Provincia de Cartagena, Francisco Martínez, a quien el Cabildo y los vecinos de aquella ciudad le otorgaron poder para ir a España a solicitar al Rey varias cosas para el bien de aquella ciudad, que dice que en el viaje hacia aquellas tierras, y estando en “la villa de San Cristóbal de la Habana, de la isla Fernandina” el 14 de abril de 1561, se quedó en aquella villa “por justas y forzosas ocasiones”, y luego volvió a Cartagena a sustituir el poder (I. 9) que le habían otorgado. 
Al final del documento menciona al licenciado Antonio de Sanabria, vecino de Cartagena, y  a Gonzalo de Lega y Antonio de Latorre, residentes en La Habana (I. 10).