Envío de varias piezas de artillería para la defensa de los puertos de Cartagena y Portobelo con detalle de tipos y cantidades.
Orden al Gobernador de la Provincia de Cartagena para que coloquen las piezas de artillería enviadas en la Armada Real, en los sitios donde sean de mayor efecto para la defensa de Cartagena.

El Rey Felipe III escribe a Pedro de Acuña, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Cartagena, o a la persona que esté a cargo de su gobierno, informándole que ha ordenado que en los Galeones de la Armada Real que está a cargo del General Marcos de Aramburu, se lleven a los puertos de Cartagena y Portobelo “doce piezas de artillería de metal, dos cañones de batir y cinco medios cañones y cinco medias culebrinas, con sus municiones y aparejos y doscientas pelotas para cada pieza” y le informa que ha ordenado al dicho General (I. 226) que entregue “seis de ellas a la persona que nombráredes para recibirlas” y manda que las reciban y las pongan y repartan “en los puestos y partes donde sean de más efecto y importancia para la defensa de esa plaza”.
Como es posible que la dicha artillería no lleve “encabalgamientos de tierra”, le informa que escribirá a la Casa de la Contratación de Sevilla para que envíen a los “oficiales reales de esa provincia fierro para que allá se hagan pues hay madera a propósito, en caso que no los lleven”. El Gobernador ordenará lo que convenga para que se hagan en aquellas tierras y por medio de esta cédula, “mando a mis oficiales reales que gasten en los dichos encabalgamientos lo que fuere necesario de mi Hacienda, por libranzas vuestras” y que le avisen cuando reciban las mencionadas piezas (I. 227).