Agradecimiento por el apoyo en el despacho de la Flota y Amada .
Orden para que el Gobernador y el Cabildo definan el tema de la conservación del ganado.
Envío de una cédula sobre los delitos que comete la gente de las armadas y flotas en tierra.
Envío del situado para la paga de la gente del Presidio de Cartagena.
Orden para que el Obispo le envíe relación con las causas que lo llevaron a ordenar que las personas que murieren en el Hospital de Cartagena, se entierren en la Iglesia Catedral.
Repartición de la contribución que se requiere para la construcción de la Iglesia Catedral, incluyendo a los ministros del Santo Oficio de la Inquisición y los clérigos.
Orden para que el Obispo no dé licencias para que algunos casados se queden en estas tierras y no hagan vida con sus mujeres, ni se meta en hacer castigar hechicerías, sin el apoyo real.
Orden para que el Obispo le envíe relación sobre que en los pueblos de indios, uno de ellos llame a la doctrina, tenga vara de justicia y no sirva a su encomendero.
Orden para que se cumplan las ordenanzas sobre los extranjeros que se quedan en Cartagena. 
Aprobación para dejar al hijo de un antiguo Regidor del Cabildo de Cartagena, en su lugar.
Orden para que le envíen relación de las personas en quien se pueden proveer los demás regimientos del Cabildo que están vacantes. 
Envío de gente, pólvora, armas y municiones para la defensa de Cartagena.

El Rey Felipe responde una carta a don Pedro de Ludeña, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Cartagena, fechada en julio 6 de 1590 [registro A-CG-0095]: 
1. Agradece los informes que le envía sobre el “estado de las cosas en esa provincia y, particularmente”, la diligencia que tuvo para ayudar a despachar la Armada y Flota a cargo de los generales Meléndez y Juan de Uribe. 
2. Respecto a ordenar que en aquella provincia “no se matasen terneras, por lo mucho que importa la conservación del ganado para el sustento de esa ciudad, presidio, armadas, flotas y galeras”, le pide que lo provea “con parecer del Cabildo” de Cartagena. 
3. Respecto a la cédula que solicita sobre “el conocimiento de los delitos que la gente de las armadas y flotas cometiesen en tierra contra los habitantes”, informa que se despachó en esos términos y se entregó  “a la persona que acude a vuestro negocio” (I. 192). 
4. Le informa que ya envió “los despachos del situado para la paga de ese presidio”, que no hay nada qué responder a lo que dice sobre “la falta de gente con que quedábades … pues ya está proveída la necesidad, si esta sólo consistía en el sueldo y buena paga de él”. Sobre lo del capitán Paniagua, le avisará lo que se provea. 
5. Le informa que le escribió al Obispo de Cartagena solicitándole “relación de las causas en que se funda para mandar que las personas que murieren en el hospital de [Cartagena] … se entierren en la Iglesia Mayor, teniendo el hospital bula para que los que en él se curaren puedan recibir los santos sacramentos y enterrarse allí”, y le pide que haga lo mismo y que le envíe un “traslado autorizado de la dicha bula” para que se “vea y provea lo que convenga” para que el hospital no reciba daño y que mientras tanto se cumpla la dicha bula. 
6. Le informa que a los ministros del Santo Oficio de la Inquisición se les debe cobrar la parte que les corresponde “para el edificio de la Iglesia Catedral de esa ciudad”, según el repartimiento hecho, el cual estipula que el Rey paga “la tercia parte y los vecinos otra y la otra los indios”, por ello, los dichos ministros no tienen “razón por qué excusarse, como decís lo pretenden y habían intentado” y que con los clérigos también “se guardará la costumbre, hasta que otra cosa se provea”. 
7. Respecto a que “el Obispo se (I. 193) haya entremetido en dar licencia para que algunos casados se detengan en esas partes”, debe hacer cumplir lo que ordenan las cédulas dadas sobre este asunto y que “sin admitirles excusa, vengan a hacer vida con sus mujeres”. El Rey escribirá al Obispo “encargándole que no se embarace en estas cosas pues no le competen, ni en hacer castigar las hechicerías sin el auxilio real, como decís lo había hecho su Provisor, saliendo a visitar la tierra”, y sobre este asunto cumplirá “las leyes y ordenanzas”. 
8. Respecto a que el Obispo “había proveído que en todos los lugares de indios de su distrito hubiese uno que trajese vara de justicia y llamase a los demás a la doctrina, el cual no sirviese a su encomendero”, y a los mandamientos que les dio para ello, siendo inconveniente que haya un alguacil en cada doctrina, porque como son “pocos los indios en esa provincia, se quitaría con esto la cuarta parte de las sementeras, que haría gran falta para el sustento de la tierra”.
El Rey le pide que dé orden para “que se guarde la costumbre que ha habido por lo pasado” mientras el Obispo le envíe una relación que le pidió donde informe sobre “la causa que le haya movido a hacerlo, la cual vista, se proveerá lo que convenga”. 
9. Respecto a la cantidad de “portugueses que decís se han avecindado en esa provincia” y de los indicios que tenía que “de los que llevan negros a ella sacan plata ocultamente” (I. 194) y se aprovechan de ello “para diferentes fines”, es un asunto que “no se deja bien entender”, por ello le pide que ordene se cumpla en todo, lo que está ordenado por “cédulas y ordenanzas”, y le avise sobre lo que haga.
10. Aprueba que se haga “dejación” del Regimiento del Cabildo que tiene Álvaro de Mendoza en su hijo, “constando de las suficiencias y partes”.
Respecto a los demás regimientos que están vacantes, “avisadme heis del valor que tendrán y de las personas beneméritas que hay en esa ciudad en quien se puedan proveer”. 
11. Le informa que “la gente, pólvora, armas y municiones” que pidió para la defensa de Cartagena “se os enviará en la flota” (I. 195).