Orden para que se entregue un dinero al Pagador de las Guardas y Artillería, para pagar los encabalgamientos de varias piezas de artillería que se deben llevar a Cartagena y a Portobelo.

El Rey Felipe ordena a don Pedro Mejía de Tovar, Tesorero General del Rey, que del dinero que hubiere en sus arcas, específicamente “de lo procedido de la Dehesa de los Guadalupes” y con intervención de los Contadores de Hacienda quienes tienen llaves de esas arcas, entreguen a Antonio Jiménez, “mi Pagador de la gente de mis Guardas y del Artillería, dos mil y quinientos ducados”, que equivalen a 937.500 maravedís, “para que conforme a la orden que le diere don Juan de Acuña Vila, Capitán General de la dicha Artillería, los gaste y distribuya en los encabalgamientos que se han de hacer a doce piezas de artillería” que ha ordenado llevar a Cartagena y a Portobelo, a cargo del dicho Antonio Jiménez. Asimismo ordena que con su carta de pago y esta cédula, habiéndola registrado el Secretario del Rey Juan de Ibarra, el Contador de Hacienda y Sebastián Trebiño, criado del Rey (I. 35), registren en cuenta la entrega de estos dineros (I. 36).