Recomendación para favorecer a un Capitán por sus servicios.

El Rey Felipe escribe a don Pedro de Acuña, Gobernador de la Provincia de Cartagena y Capitán General de las Galeras de sus costas, que el Capitán Martín González Cabezudo le ha servido desde hace 28 años en muchas jornadas, en particular en el socorro de Malta en 1565 y que en 1567 pasó a Flandes con el Duque de Alba “donde sirvió con ventaja particular en la Ruta de León de Ludovico en Frisa y en los reencuentros que se tuvieron con el Príncipe de Orange durante la gran compañía”, y que en 1571 sirvió en las Galeras de España “con cuatro ducados de ventaja”, en algunas entradas que se hicieron por la costa del Reino de Granada y en esas galeras fue a Italia, hallándose en una batalla naval “de la cual salió mal herido, en cuya consideración mi muy caro y amado hermano don Juan de Austria le señaló siete ducados de ventaja al mes”, y que después estuvo en la toma de Túnez donde el general Gil de Andrada “le nombró por capitán de una galera y estando sirviendo la dicha plaza le mandé dar título de Capitán de la Galera”, con la cual pasó a las Indias, y allí fue asignado a la costa de Tierra Firme, oficio que desempeñó “con mucho cuidado y diligencia más de ocho años”, según consta por los papeles revisados por el Consejo de las Indias, y en la visita que se le mandó tomar, fue dado por libre. 

Como su deseo es continuar sirviendo a la Corona, “vuelve (I. 192) a hacerlo en las galeras de esa costa que están a vuestro cargo” como Capitán de la galera capitana y “vuestro Lugarteniente en ellas”, con salario de 400 ducados al año “que es el que se da a los demás capitanes”, y por ello, le ha suplicado que por sus buenos servicios le haga merced “por vía de entretenimiento o ayuda de costa” de señalarle 400 ducados más al año, “en las cosas que se tomaren en esa provincia por perdidas, de contrabando o de penas de Cámara, o en lo que sobrare del situado de las dichas galeras … para que me pudiese mejor servir”.

El Rey considera justo que el Capitán Martín González “reciba merced y favor” por los servicios que ha prestado a la Corona, por lo cual ordena al Gobernador de Cartagena que lo tenga “por muy encomendado y que en lo que hubiere lugar, le favorezcáis y aprovechéis y aventajéis más que a los otros capitanes” (I. 193).