Orden para que se envíe el oro y plata de los tributos a Cartagena y se lleven a La Habana, para que se lleven a España custodiados en la Flota de Nueva España.

El Rey Felipe escribe al Gobernador y a los Oficiales de Hacienda de la Provincia de Cartagena que por “la dilación que habrá en el despacho y salida de la Flota que se apresta para la Provincia de Tierra Firme” (I. 107), ha dispuesto que el Capitán Estebano de las Alas parta con ocho galeones de la Armada a cargo del Adelantado Pedro Menéndez “y vaya a ese puerto y a los demás desa costa de Tierra Firme, y recogiendo todo el oro y plata y otras cosas que en ellos hubiere para nos, y para mercaderes y particulares, venga al puerto de La Habana y lo reparta en los navíos de la Flota de la Nueva España en que con más seguridad se pueda traer a estos reinos”. Para dar aviso de ello, el Rey ordenó el despacho de una carabela, y ordena al Gobernador de la Provincia de Cartagena que informe esta novedad a la Audiencia del Nuevo Reino de Granada y al Gobernador y Oficiales de Hacienda de la Provincia de Popayán, para que “con brevedad envíen a esa provincia todo el oro y plata y otras cosas que hobiere y estén a punto cuando el dicho Capitán Estebano de las Alas llegue a ese puerto, y se entregue a las personas que para ello irán diputadas y afianzadas para lo traer registrado” lo cual se deberá cumplir “con toda brevedad y diligencia” (I. 108).