Orden para que el Obispo no se reserve algunos casos de los vecinos de Cartagena relacionados con el sacramento de la confesión.

El Rey Felipe envía carta al Obispo de la Provincia de Cartagena, Juan de Simancas, donde copia la última cédula que le envió el 17 de mayo de 1564 en la que le ordena cumplir y ejecutar el siguiente capítulo sobre las confesiones: “no reservéis de aquí adelante caso alguno más de aquel quel derecho os diere para que podáis reservar” [registro A-OR-1136]. Ahora, Juan de la Peña, en nombre del Cabildo de Cartagena le ha informado que aunque el Obispo había obedecido la mencionada cédula en “cuanto al cumplimiento y ejecución della, no la habéis querido ni queréis guardar ni hacer lo que por ella se os mandó, y todavía (I. 678) reserváis en vos muchos casos de los quel derecho no os da, de que redundan inconvenientes y diferencias en esa tierra”, por lo cual le suplica proveer lo que convenga para remediarlo. El Rey ordena de nuevo al Obispo que “veáis la dicha nuestra cédula y capítulo de carta suso incorporada, y la guardéis y cumpláis en todo y por todo como en ella se contiene y declara, porque de lo contrario me terné [sic] por deservido y lo mandaré proveer como convenga” (I. 679).