Envío de bienes de difuntos a España. Entrega de bienes de difuntos a herederos.

Juan de la Peña, en nombre del clérigo presbítero Pedro de Pina, vecino de Cien Pozuelos, ha informado al Rey Felipe que su hermano Alonso de Pina, “después de haber residido mucho tiempo en esa tierra, había fallecido en la villa de Mompós, donde había dejado gran cantidad de bienes y hacienda los cuales hasta agora no se los han enviado”, y que sabía que estaban en poder de “ciertos vecinos” de esa villa, “que trataban y se aprovechaban dellos, no lo podiendo ni debiendo hacer, y estando obligados, conforme a lo por nos ordenado y mandado”, y le suplicó “que para que él pudiese descargar el alma del dicho su hermano”, ordenara que los recuperen de las personas que los tengan, y los envíen a los oficiales de la Casa de la Contratación de Sevilla (I. 674). El Rey ordena al Gobernador y a las demás Justicias de la Provincia de Cartagena que averigüen “qué bienes y hacienda, oro, plata, joyas, esclavos y otras cosas quedaron en esa tierra del dicho difunto”, y los recuperen de las personas que los tengan, y con su testamento, “inventario y almoneda de sus bienes”, los envíen (I. 675) a los Oficiales de la Casa de la Contratación, para que allí se entreguen a quien corresponda, y si alguien reclama derechos sobre ellos, hagan “entero y breve cumplimiento de justicia” (I. 676).