Orden para que se envíe relación sobre la conveniencia de construir ingenios de azúcar en los pueblos que tienen indios encomendados.

El Rey Felipe y su hermana la Princesa Juana de Portugal, Gobernadora de España, informa al Gobernador de la Provincia de Cartagena, que han tenido noticia que en esa provincia se está construyendo un ingenio de azúcar para un vecino “que tiene un repartimiento de indios, el cual se hace en el dicho repartimiento, y que en solamente traer la madera para el edificio dél, por ser mucha y gruesa, han padecido y padecen los indios … muchos trabajos, y que si siguen trabajando en ello, bastará “para acabarles las vidas”, pues además del trabajo que les ponen, “se les toman sus tierras para sembrar las cañas e hacer otras granjerías necesarias para el dicho ingenio” y convendría (I.329) prohibir que se hagan ingenios en pueblos encomendados, y que se deshagan los que se hayan construido, y “mandásemos que ningunos indios se ocupasen en la granjería de los dichos ingenios”. La Princesa Juana ordena al Gobernador que le envíe informe sobre la conveniencia de que los encomenderos de esa provincia hagan ingenios de azúcar en los pueblos que tienen encomendados, y de hacerlos, “qué inconveniente se siguen” para poder proveer lo que convenga, y mientras se decide, “proveeréis que si algunos ingenios se hicieren, se hagan sin perjuicio de tercero, e sin tomar a los indios tierras ni costa alguna que sea de cada uno dellos particular”, y que no permita que los indios sean obligados “a trabajar contra su voluntad” (I. 330).