Merced y orden de pago para construcción de la Iglesia Catedral.

El Príncipe Felipe informa a los Oficiales Reales de la Provincia de Cartagena y a las personas que están a cargo de la cobranza de los Diezmos pertenecientes al Obispado de esa provincia, que Juan de Oribe, en nombre del Deán y cabildo de la Iglesia Catedral de ese Obispado, le ha hecho relación “que a causa de tener la dicha iglesia muy poca fábrica y estar pobre, se han dejado e dejan de hacer en ella algunas obras que son necesarias en ella”, y le suplicó que le hiciese merced de los dos novenos de los Diezmos que pertenecen al Rey. El Príncipe otorga merced a la Iglesia de Cartagena por cuatro años y ordena a los oficiales y al encargado de la cobranza de Diezmos que entreguen a la Iglesia “los dichos dos novenos que así nos pertenecen de los dichos Diezmos, para que se gasten en la obra y edificación de la dicha iglesia, e no en otra cosa alguna” (I. 236).