Orden para que solo el Juez de Residencia conozca las causas civiles y criminales de la Residencia y no el Gobernador.

Juan de Oribe, en nombre del licenciado Miguel Díez de Armendáriz, Gobernador y Juez de Residencia que fue de las provincias de Santa Marta, Cartagena y Nuevo Reino de Granada, hace referencia al Rey Carlos y la Reina María de Austria, del encargo que tiene el licenciado Zurita, actual Juez de Residencia de las mencionadas provincias y Oidor de la Audiencia de la Isla Española, de ir a tomar Residencia a la Provincia de Cartagena al terminar de tomar la Residencia del Nuevo Reino, y como cuando esta orden fue dada, “el Adelantado Heredia, Gobernador de la dicha Provincia de Cartagena estaba suspendido de la dicha Gobernación, y después ha ido y está en ella con las varas de justicia y administración de la dicha Gobernación”, y como tanto él como sus ministros y oficiales están contra Díez de Armendáriz en la Residencia que va a tomar el licenciado Corita, y “pretenden seguirle y molestarle en ella como a sus enemigos, y que han publicado serlo, y que le han de hacer todo el mal que pudieren por haber hecho lo que debía a nuestro servicio”, no sería conveniente que su representado también fuera a esa provincia para la Residencia, pues como Heredia, sus ministros y oficiales tienen “las varas de la dicha justicia y Gobernación y el dominio de la tierra, ni aún será segura su venida y estadía a ella”, les suplicó en su nombre (I.71) que ordenaran una de dos cosas: que el licenciado Díez de Armendáriz participe en la Residencia en la Provincia de Cartagena “sin estar personalmente a ella, o que durante el tiempo de la dicha Residencia”, ni Heredia ni sus ministros y oficiales tengan “las varas de justicia en la dicha provincia, … para que con más libertad y rectitud se pudiese tomar, y cesasen los inconvenientes, que de lo contrario resultarían, … y sería ocasión a que fuese molestado injustamente”. Los Regentes ordenan al licenciado Zurita que mientras permanezca en la Provincia de Cartagena, solamente él podrá conocer “todas las causas civiles y criminales tocantes al dicho licenciado Miguel Díez Armendáriz y a sus criados, ahora sea en demandando o en defendiendo, y no el dicho Adelantado Heredia, … ni sus Tenientes y oficiales”. Por otra parte, ordenan a Heredia y a sus colaboradores “que en ningún caso que sea, ansí civil como criminal, en demandando ni en defendiendo, no conozcan ni se entremetan a conocer contra el dicho Miguel Díaz ni sus criados, y que solamente conozcáis vos de ello (I.72), según dicho es” (I. 73).