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Documento

A-CG-0167-02

Fecha de expedición
Módulo de Ubicación
No. Catalogación: A-CG-0167-02
Fondo en el Archivo General de Indias
Santa Fe
No Legajo
38
No. Libro
R. 1
No Documento
N.6
No. del folio original
1 recto - 2 verso
No. de las imágenes digitalizadas
5-8
Cantidad imágenes del documento
4
Módulo de Descripción
Tipología documental del AGI
Cartas y Expedientes del Gobernador de Cartagena
Clase de documento
Informe
Remitente
García de Valdés, soldado
Fechas límites
1598
Fecha de expedición
Titulo Original

no especificado

Descripción Nivel 1

Relato detallado de los movimientos y ataques de la Armada Inglesa desde su llegada al Cabo de San Vicente y a otros puertos Portugueses, su paso por las Canarias, la Isla Dominica, las islas Vírgenes hasta llegar a San Juan de Puerto Rico y tomarse la fortificación del Morro.

Descripción Nivel 2

Relación de lo sucedido a la Armada Inglesa comandada por el Conde Cumberland, desde que apareció en el Cabo de San Vicente hasta que “tomó a Puerto Rico y la fortaleza del Morro”, dada por un soldado español llamado García de Valdés, quien fue capturado por los ingleses en Portugal, navegó en dicha Armada hasta Puerto Rico, luego fue enviado a Jamaica con los demás prisioneros y de allí viajó a Cartagena a dar aviso de lo ocurrido.

El relato inicia el 12 de abril de 1598 cuando el soldado Valdés parte de Lisboa hacia Sanlúcar y se topan con la Armada Inglesa en el Cabo portugués de San Vicente , la cual estaba compuesta de 22 navíos de 500 hasta 350 toneladas y otros menores, organizados en dos escuadras, “la una a vista de Lisboa, y la otra a la de Setúbal”, y dos lanchas grandes de remo tomaron su embarcación, y dejaron a los demás tripulantes en un Cabo en Canaria y la hundieron, llevando a Valdés ante el mencionado Conde. Allí “le tomaron su confesión con amenazas, preguntándole cuándo salían las naos de la India” y él respondió que en Lisboa “ya había nueva de su venida” y por ello se había detenido la salida de navíos.
El Conde Cumberland volvió al Cabo de San Vicente y allí tomó tres naves, “dos cargadas de trigo de Cataluña, y otra de bretones, del puerto de Santa María, cargada de vinos”. Continúa describiendo cómo los ingleses fueron capturando y reclutando gente por las costas de Portugal “debajo de la Fortaleza de Sagre”, y llegado a Lanzarote, en Canarias, el Conde hizo “alarde de su gente, … quemó dos fragatas de trigo que estaban en el puerto y se embarcaron sin tomar más que algunos cabritos y terneras, y luego se hizo a la vela la vuelta de las islas donde se repartieron por escuadras, y antes de llegar a ellas, descubrieron por la tarde hasta doce velas”. Al verlas apresuraron el viaje, pero no las alcanzaron. Volvieron a las Canarias a esperar “las naos de la India”, y como en 8 días no habían llegado, convocó a consejo a todos sus capitanes y maestres y acordaron tomar “la derrota de la Dominica, y que en ella hiciesen agua, y hasta allí se decía que iban al Brasil”.
En la Isla Dominica se quedaron ocho días, e informaron que de allí saldrían hacia Santo Domingo. Los indios los aprovisionaron de “agua y refresco”, construyeron “bohíos de ramas, donde pusieron hasta 150 enfermos y los cu- (I. 5) raron”. De allí llegaron a las Islas “Vírgenes Gordas, que es viaje de un día, donde hicieron alarde general, y se hallaron mil y doscientos hombres de pelea y mar, habiendo sacado de Inglaterra mil y cuatrocientos, y hecho el alarde” se embarcaros e informó que iba hacia Puerto Rico, que era un “viaje de dos días desde allí”.
Al llegar, el Conde envió primero dos navíos “a reconocer la tierra”, los que informaron que “habían visto fuego en la tierra”. Llegaron a una playa a 4 leguas de Puerto Rico llamada Cangrejos: el Conde y su almirante bajaron a tierra para ver si podían “echar la gente”, llegaron a una casa “donde solía estar una guardia que había ido a dar aviso”, halló naranjas y limones los cuales trajo a los barcos, y ordenó a la gente saltar a tierra. En la noche formaron un escuadrón de “mosqueteros, arcabuceros y piqueros, y estando en esto vinieron tres negros que les enseñaron el camino para ir a la puente que estaba tres leguas de allí”. Marcharon todo el día y al amanecer del día siguiente, que era 14 de junio, llegaron, y encontraron “al Capitán Serralta con soldados y gente de la tierra, los cuales pelearon y mataron al enemigo sesenta hombres y le hirieron otros tantos, y no pasaron por haberles roto los españoles la puente, y el delantero era el Conde, y le tiraron un mosquetazo que dieron con él en el agua donde se mojó, y no tuvo más daño por ser buenas las armas y no estar hondo el río”. Sus soldados lo sacaron y lo llevaron a su barco, donde la Armada Inglesa ya estaba “a vista de la puente, y le embarcaron, y se mudó el vestido y tomó refresco y se volvió a tierra armado, y no habiendo podido tomar la puente, dejó cincuenta mosqueteros en ella, y se retiró dos leguas atrás a embarcar en las lanchas … trajo la Armada por la parte del río donde echó un navío al través que derribase una trinchera que estaba al Boquerón, con dos piezas para la defensa”, y allí mató tres hombres y los demás huyeron dejando sola la trinchera. Los ingleses bajaron a tierra sin resistencia alguna, y desde allí volvió al puente “donde hirió al Capitán Serralta y ganó la fuerza della y se apoderó de la artillería, y de allí fue marchando al pueblo, que es una legua, sin haber quién se lo defendiese, y entró en la ciudad donde halló mucha carne y vino y refresco”, y los soldados de San Juan, que no eran más de 300 contando al Gobernador y al Coronel, “se retiraron al Morro”.
Los ingleses llegaron muy cansados, arrastrando la artillería por un “camino que no podía ir sino un hombre solo”, que si hubiera habido allí 50 soldados españoles, no quedaría ningún inglés. El Conde Cumberland envío a decir al Gobernador que le entregara la fortaleza, o que la tomaría por la (I. 6) fuerza “y los pasaría a todos a cuchillo”, a lo que no accedieron.
Los ingleses hicieron dos trincheras delante del Convento de los Dominicos, “a tiro de mosquete del Morro, de donde si tiraran su artillería, que tenían mucha y abundante munición … no quedara cosa en pie”. Plantó ocho piezas de artillería, cuatro tomada allí en Puerto Rico y otras cuatro sacada de su nave capitana … con que le batió, y en la ciudad halló doscientos barriles de pólvora y balas y carretones, y batió dos días sin gastar de su munición nada, sin otros doscientos que halló en el Morro. Cuando cedió, en el lugar halló más de treinta carretas con sus bueyes con que hacía lo que quería, y muchas pipas de vino, y una fragata cargada de harinas que estaba en el puerto” que se hubiera podido “meter en El Morro”, pero como no se hizo, morían allí de hambre los soldados del fuerte, a pesar estar avisados de este ataque 20 días antes desde Canaria, y haber dejado desamparado sin abastecer “el castillo que estaba sobre la ciudad, donde fuera señor della y de la mar y tenía agua, y se retiró al Morro donde carecía de todo”.
El Capitán Aranzazu le pidió 150 soldados al Gobernador para asaltar al inglés en la ciudad en la noche cuando estuvieran borrachos, “y el Gobernador no quiso dárselos”, y ocho días “antes que cediese El Morro”, huyeron dos hombres, uno flamenco y otro francés, los cuales informaron sobre cómo allí morían de hambre, que Aranzazu salió en busca de agua con 50 arcabuceros y peleó con “un capitán inglés, al cual prendió y le llevó al Morro”, pero los soldados de aquella fortaleza ”huyeron donde estaba el Conde” quien les dijo que entregaran todo lo que tenían que él “les daría pasaje a él y a sus soldados”.
El Gobernador entregó la fortaleza, y salieron de ella los soldados “con las espadas y arcabuces que los enemigos les quisieron dar, y los llevaron a todos presos a la fortaleza que estaba junto a la ciudad” (I. 7).
El soldado Valdés informó que tanto el Gobernador como el Coronel “comían cada día con el Conde, el cual mandó alistar tres navíos para enviar al Gobernador y soldados, y que el Coronel se quedaría con él, que lo quería llevar a Inglaterra, y embarcó la gente y [al] Gobernador en tres navíos y con ellos”, dos navíos de su Armada para guardarlos, hasta el Cabo de Tiburón. Allí se quedaron muchos y el Gobernador y los otros llegaron a Jamaica.
El Conde Cumberland se quedó en Puerto Rico, y ordenó a los dos navíos que custodiaban la gente que iba a Jamaica, “que desde allí fuesen a aguardarle a la [isla] Tercera porque … iría él allá dentro de quince días con lo más de la Armada, dejando seis navíos, los peores, en el puerto, y 500 soldados en la fuerza, hasta que la Reina mandase otra cosa”, y que en la isla Tercera esperaría hasta finales de agosto “las naos de la India, y de allí ir a dar cuenta a la Reina de lo hecho”, y se decía entre ellos que si venía el socorro de Inglaterra y la Reina mandaba fortalecer a Puerto Rico, habían de traer sus mujeres”, y que sabía por unos católicos que si al Conde le llegaba la gente que estaba esperando, “había de venir sobre Cartagena”.
Afirma que todo lo que sabe es porque desde que lo capturaron en el Cabo de San Vicente, “vino en la [nave] capitana, y tuvo amistad con un católico que se decía Tomás, que había sido soldado aventajado en las Galeras de España, y de todo lo que sabía le avisaba” (I. 8).

Módulo de descriptores
Onomásticos
Personas Mencionadas Cargo 1 Cargo 2
Valdés, García de
Soldado de armadas
Prisionero de ingleses
Clifford, George
Conde de Cumberland
Corsario inglés
Serralta
Capitán de Milicias
Mosquera, Antonio de
Gobernador de la Isla de Puerto Rico
Aranzazu
Capitán de Milicias
Isabel I
Reina de Inglaterra
Tomás
Soldado de armadas
Felipe II
Rey de España
Temáticos
NIVEL 1 NIVEL 2 NIVEL 3
Asuntos laborales Solicitudes de personal Soldados de milicias
Defensa Conflictos bélicos Alerta sobre enemigos
Defensa Conflictos bélicos Armadas de enemigos
Defensa Conflictos bélicos Asedio de corsarios
Defensa Conflictos bélicos Ataques de corsarios
Defensa Conflictos bélicos Captura de españoles
Defensa Conflictos bélicos Captura de navíos
Defensa Conflictos bélicos Captura de soldados
Defensa Conflictos bélicos Ejércitos enemigos
Defensa Conflictos bélicos Estrategias de ataque
Defensa Conflictos bélicos Objetivos de guerra
Defensa Conflictos bélicos Robos
Defensa Conflictos bélicos Rutas de enemigos
Defensa Conflictos bélicos Toma de ciudades
Defensa Conflictos bélicos Toma de fortalezas
Defensa Milicias Soldados
Esclavitud Oficios Guías
Población Abastecimiento Agua
Población Abastecimiento Alimentos
Salud Enfermos Corsarios
Territorio Reconocimiento de territorios
Institución
  • Armada Inglesa
Lugares mencionados original Ubicación geográfica actual Lugar
Isla Dominica
  • Cuenca del Caribe
  • Dominica
  
Inglaterra
Islas Vírgenes Gordas
  • Cuenca del Caribe
  • Islas Vírgenes Británicas
  • Virgen Gorda
  
Jamaica
  • Cuenca del Caribe
  • Jamaica
  
Puerto Rico
Cangrejos
  • Cuenca del Caribe
  • Puerto Rico
  
San Juan de Puerto Rico
Convento de los Dominicos
  • Cuenca del Caribe
  • Puerto Rico
  • San Juan
  
San Juan de Puerto Rico
Convento de Santo Tomás de Aquino, Orden de Santo Domingo
  • Cuenca del Caribe
  • Puerto Rico
  • San Juan
  
San Juan de Puerto Rico
Castillo de San Felipe del Morro
  • Cuenca del Caribe
  • Puerto Rico
  • San Juan
  • Castillo de San Felipe del Morro
  
Santo Domingo
Cabo de Tiburón
  • Cuenca del Caribe
  • República Dominicana
  
Cabo de San Vicente
  • Europa
  • Portugal
  • Cabo de San Vicente
  
Lisboa
  • Europa
  • Portugal
  • Lisboa
  
Setúbal
  • Europa
  • Portugal
  • Setúbal
  
Isla Tercera
  • Océano Atlántico
  • Islas Azores
  • Isla Terceira
  
Islas Canarias
Lanzarote
  • Océano Atlántico
  • Islas Canarias
  • Lanzarote
  
Cartagena
  • Suramérica
  • Colombia
  • Bolívar
  • Cartagena