ic
Documento

A-CG-0076-03

Fecha de expedición
Módulo de Ubicación
No. Catalogación: A-CG-0076-03
Fondo en el Archivo General de Indias
Santa Fe
No Legajo
37
No. Libro
R. 6
No Documento
N. 76
No. del folio original
1 verso - 8 verso
No. de las imágenes digitalizadas
19-34
Cantidad imágenes del documento
16
Módulo de Descripción
Tipología documental del AGI
Cartas y Expedientes del Gobernador de Cartagena
Clase de documento
Informe
Procedencia
Gobernación de la Provincia de Cartagena
Remitente
Pedro de Lodeña, Gobernador de la Provincia de Cartagena
Destinatario
Felipe II
Fechas límites
1588
Fecha de expedición
Titulo Original

[sin información].

Descripción Nivel 1

Llegada y repartición de la correspondencia que va a los virreinatos de la Nueva España y del Perú, y las Audiencias de Panamá, Quito, Nuevo Reino y Gobernación de Popayán.
Informe sobre las rutas por las que debe ir el navío que lleve la correspondencia.
Informe sobre lo soldados que quedan en Cartagena para su defensa, su situación económica y el pago de sus salarios.
Informe sobre asuntos relacionados con la construcción del Fuerte de San Matías y las trincheras que se hicieron, y su ubicación y su estado de conservación.
Orden para que se cumpla lo ordenado sobre delitos cometidos por soldados y marineros de las Flotas y Armadas contra los vecinos de Cartagena.
Situado para pagar los gastos de la Armada de Galeras de la Guardia.
Informe sobre los esclavos negros que huyeron hace 40 años, delitos que cometieron contra los indios, matrimonio con indias, fundación de palenques, génesis de los zambos, destrucción de palenques, estado de salud de los esclavos. 
Solicitud de precios más favorables para los oficiales reales, el Gobernador y las justicias de la provincia, para comprar esclavos para el servicio doméstico.
Solicitud para que se asignen puertos a los navíos que traen esclavos para la venta y que se vendan en pública subasta.
Solicitud para que se le ordene a los nuevos Obispo y Presidente de la Audiencia de Santa Fe que cumplan las ordenanzas que protegen los indios contra los maltratos.

Descripción Nivel 2

Copia del Informe de don Pedro de Ludeña, Gobernador de la Provincia de Cartagena, al Rey Felipe  [registro A-CG-0076-01].
Informe de don Pedro de Lodeña, Gobernador de la Provincia de Cartagena, al Rey Felipe.
1. Aviso de la llegada de una carabela el 22 de enero, que traía documentos para los virreyes del Perú y la Nueva España, las Audiencias de Panamá, Quito, Nuevo Reino y Gobernación de Popayán, y confirma su envío.
2. Informa que la mencionada carabela “no estaba para poder navegar por venir abierta (I. 19) y falta de mucha carpintería que no será posible aderezarse en muchos días”, y también porque el piloto no era experto en aquella costa. En su reemplazo, el Gobernador hizo preparar otro navío que estaba en el puerto, cuyo maestro era Baltazar Ramos, y la despachó el 27 de enero con la correspondencia, “y porque la costa de Nueva España con los nortes que ahora vienen con mucha fuerza es peligrosa para que los despachos de Nueva España vayan con más seguridad he hecho que el navío que aquí hice aderezar vaya por Honduras, que es más breve y segura navegación, para que desde allí el Gobernador a quien también viene pliego de vuestra Majestad y el Audiencia de Guatemala despachen los pliegos al dicho virrey por los chasques que llegará en sus manos con mucha brevedad”. 
Despachó también un segundo navío “por la vía de Sant Joan de Ulúa, dirigido al castellano de allí … para que él despache los pliegos al virrey” (I. 20).
3. Ha escrito al rey en otras ocasiones sobre el estado en que queda el presidio y fortificación de  Cartagena: la Audiencia de Santa Fe le envió cerca de 200 hombres, de los cuales desechó 75 “por ser inútiles, muchachos, viejos y enfermos, y de los que quedaron, murieron cerca de sesenta mestizos y criollos, y los demás, como gente ladina en la tierra, se ha huido la mayor parte, y no es este el mayor daño, sino que se han llevado tras sí muchos de los que quedaron y yo había recogido del Armada”, y se ha quedado con algunos soldados de los enviados del Nuevo Reino, 140 de la Compañía del Capitán Paniagua, a los cuales se les han pagado algunos salarios, según el acuerdo hecho con el General de la Armada Álvaro Flores y el Maestre de Campo Juan de Tejeda,  de pagarles lo que ganan los soldados de las galeras.
4. La gente que vino del Nuevo Reino “trajo gran desorden en la paga que allá se les hizo” pues se les pagó a unos 40 pesos de oro y a otros 80, 90, 100, 130 y 150, dándoles plazo para su servicio de cuatro meses, pero como se les dio adelantado, lo “gastaron en aderezarse y jugaron lo que les quedó desde el día que llegaron, aquí comenzaron a padecer mucha necesidad”. 
5. Según el acuerdo mencionado entre el General Flores, el Maestre de Campo Tejeda y el Gobernador, se les han ido pagando algunos salarios a los soldados del capitán Paniagua, iguales a los sueldos de los soldados de galeras.
6. Los vecinos los han socorrido alojándolos (I. 21)  en sus casas y dándoles comida, ”y comoquiera que esto va a la larga” y su necesidad es mucha, “estaban sufriendo con esperanza de que en el primer navío se traería orden” del rey para pagarles, pero como esto no ha sucedido, “yo he quedado confuso y ellos desanimados y con designio de huirse”, y como los vecinos fueron saqueados por los ingleses y tuvieron que pagar el rescate para poder reparar sus casas, “no los pueden ya sustentar ni tener en ellas, así me ha sido forzoso volver de nuevo a hacer promesas a todos de los pagar e ir socorriendo como es fuerza hacerse, hasta ver la dicha orden”, por lo que suplica al rey la envíe pronto, y si no, ya no se podrán dejar en Cartagena, “porque ni yo tengo fuerzas para sustentarlos, ni industria para entretenerlos”. 
7. “Las trincheras y Fuerte de San Matías quedó hecho de tabla y fagina y arena, como había dicho el Maestre de Campo Joan de Tejeda y Baptista Antonelli, Ingeniero, y como la fábrica es tan flaca, todo lo que era estacas se las ha llevado la mar, y los aguaceros han derrocado buena parte de lo que era arena y tablas, especialmente un lienzo de un caballero del fuerte de la boca del puerto, que mira a la mar. Yo lo voy reparando pero como estoy sin caudal para ello, hácese con mucho trabajo. Suplico a vuestra majestad mande a proveer en todo” (I. 22).
8. El Rey ha ordenado por la cédula del 20 de mayo de 1587 [sic] que el Gobernador de la Provincia de Cartagena “conozca de todos los delitos que los soldados de armadas y flotas cometieren en tierra contra los vecinos della”, y como don Miguel de Eraso, Teniente de Cristóbal de Eraso, no la ha “querido cumplir”, el Rey ordenó “proveer sobrecédula para que aquella se cumpliese”, y aunque ha sido obedecida por todos los capitanes de las Galeras, “ahora, don Sancho de Arce, a cuyo cargo están estas dos galeras, habiéndosela yo hecho notificar para que me entregase a Francisco López, Escribano de ellas, por haber dado una cuchillada en la cabeza a un Juan Ruiz de Villena, vecino honrado de este lugar, no lo ha querido hacer” y respondió lo que aunque el Gobernador le ha “remitido algunos delincuentes para que él los castigase, no embargante que yo tenía en mi favor la dicha sobrecédula”, le informa que como su responsabilidad es “la quietud de este lugar” y que haya “buena correspondencia entre los que en estas partes somos criados de vuestra majestad, he ido … templando y componiendo los excesos y grandes desórdenes de la gente de galera, y procurando atraer con todos los medios posibles la condición de don Sancho de Arce para que tuviésemos toda buena correspondencia y conformidad, especialmente en tiempo que he estado esperando enemigos y que pudiera ser de tanto daño e inconveniente no estar muy conformes en semejante ocasión para acudir todos a la defensa de esta costa” (I. 23), pero desde hace pocos días “han sucedido algunas cosas graves y acogídose los delincuentes a las galeras como a amparo y quedádose sin castigo, cosa indigna de simulación” y si esto continúa “sería notable destruición y pérdida de esta ciudad” pues esta costa no es como las demás de las Indias donde se quedan las naves poco tiempo; las dos galeras de Cartagena “son dos casas tan vecinas como cualquiera de las de este lugar, pues va para catorce meses que dieron fondo en este puerto y no han hecho otra salida más que ir a Nombre de Dios cuando fue la Flota, y las pasadas, en diez años hicieron lo mismo como se habrá visto por su visita”.
9. Afirma que fue muy inconveniente que se juntaran en Cartagena 20 soldados de las Galeras “con un alférez y dos sargentos de ellas y tomen las bocas de las calles sin dejar pasar a ninguna persona”, y aún peor, que esta orden la diera don Sancho, como sucedió hace días, por lo que hubo gran alboroto: los vecinos, bien armados también, se juntaron y estaban listos “para darse la batalla, si yo no tuviera noticia de ello a media noche, y si con mucha presteza no acudiera a remediarlo como lo hice, con no poco riesgo”.
Otro día hubo una riña entre un Alférez de las Galeras y un soldado del presidio de Cartagena, y como la gente estaba ya irritada, don Sancho “sacó veinte soldados de galera con sus arcabuces para que acompañasen a una hija de un boticario que se iba a velar, de su casa a la Iglesia, y los soldados del presidio se comenzaron a alterar de ver venir gente armada hacia su cuer- (I. 24) po de guardia, de suerte que fue menester que el Sargento Mayor los reprimiese para que no enviase desorden”; al ver esto, el Gobernador solicitó a don Sancho retirar aquellos soldados, por lo cual se molestó.
10. En otra ocasión estaba “retraído un soldado de galera en el Monasterio de Santo Domingo” y como quería salir hacia las galeras, para que no lo castigaran, don Sancho lo envió acompañado de arcabuceros a través de la ciudad hasta las galeras, “donde le tiene sin castigo, habiendo ofendido con el delito que había hecho a la más parte de la gente principal del lugar”.
11. También denuncia un escándalo mayor propiciado por don Sancho, por el cual habrá más “pasiones y disensión entre la gente del lugar y presidio, y la de las galeras”, porque las dejó “casi sin gente a riesgo de levantarse la chusma”, y se vino a vivir a la ciudad, sacó las armas e hizo un cuerpo de guardia para resguardar su casa y la calle donde vive, y afecta “la ronda de la tierra” pues aunque podrían hacerla, el Gobernador cree que esto se presta para problemas futuros, y ha solicitado que por lo menos no tenga la mencionada guardia en la calle sino “dentro de su casa, so color de que tiene un portero”. 
Algunos oficiales le informan que como no hay suficientes soldados para hacer la guardia en las galeras se han presentado problemas, y la guardia la hacen moros y marineros, “porque los soldados que tiraban sueldo se han ido por no pagarles, ni darles sus raciones como está ordenado, y los que han quedado son casi todos vecinos de esta ciudad que no acuden a galera ni a ningún servicio della” (I. 25).
12. “Los soldados, forzados y esclavos padecen mucha hambre y necesidades a causa de la mala orden de su Capitán, tanto que se han querido levantar por dos veces los forzados”, y le han exigido que informe al Rey sobre este asunto para que se resuelva, y que no dejen de pagarles sus salarios “aunque falte el situado … porque el del año pasado se pagó en oro y aquí se pagó y remató y no se ha hecho del sino sola una paga y del tercio por venir que se cumplirá por abril de este año vendieron habrá cuatro días cuatro mil pesos de plata corriente, digo ensayada , a Francisco Vélez de Alburquerque a cuarenta y siete por ciento, lo cual es en daño de la Real Hacienda porque de presente vale mucho más”. 
13. El Gobernador ha “procurado con ruegos y buenos medios” poner remedio a estos asuntos, pero al no poder conseguirlo, informa al Rey, “y no escribo aquí otras cosas por parecerme indecentes para escritas a vuestra majestad”, pero sí al Presidente del Consejo de Indias para que si es necesario, le informe al Rey. 
14. Hace más de 40 años huyeron de aquella provincia muchos negros del Adelantado don Pedro de Heredia y de otras personas, y anduvieron por “más de ochenta leguas la tierra adentro, y pasado por algunos lugares de indios, los saquearon y mataron muchos dellos, llevándoles las mujeres e hijas (I. 26) que podían haber a las manos, con las cuales tomaron una manera de ayuntamiento que ellos llamaban matrimonio”, y de estas uniones vienen los que se conocen como zambaigos, los cuales poblaron sitios tan escondidos “que nunca se pudieron hallar, porque sabían lejos de su población a cualquiera gente que iba en su busca”. En tres oportunidades tres capitanes fueron a buscarlos con orden de los gobernadores “y todos tres volvieron con pérdida de gente”.
Hace poco llegó un vecino de Madrid en busca de sepulturas indígenas situadas entre la Provincia de Popayán y el río Cenú, y una noche encontró “uno de los lugares que tenían los antecesores de estos, con sus casas y lugar formado”. Llegó a Tolú con esta noticia, y luego viajó a Cartagena a informarle al Gobernador, y “comenzó a andar la plática entre los negros de que en esta provincia hay gran cantidad, de manera que … pareciéndome que el invierno había entrado y que tenía por entonces alguna seguridad de la venida del enemigo”, envió 50 soldados “con Andrés de Pineda, vecino de Tolú, [y] con el que los había descubierto, el cual tomándolos de improviso, aunque pelearon con él, trajo la mayor parte dellos”. Después envió a buscar los que habían quedado, “y a quemarles las casas y lugares, porque perdiesen la esperanza de la vuelta, y así se hizo” (I. 27). Se trajeron “cincuenta y tantas piezas, de las cuales he querido hacer un pueblo, pero muérense tan aprisa de enfermedad que creo no será posible, y no se perderá en esto nada por ser ruin casta y de mala inclinación. Basta haberse quitado el inconveniente que fuera haberse levantado los negros de esta provincia y hacerse fuertes con ellos, que según el sitio que tenían lo era, [y] con poca fuerza hicieran mucho daño”.
Con la información que dieron “los dos,  capitán y cacique dellos”, sobre sus ritos y formas de vivir, y gracias a ello tuvieron “buena suerte” pues aunque eran “idólatras y siervos del Demonio”, fueron bautizados y se hicieron “hijos de Dios por gracia y merecedores del Cielo”.
15. En esta provincia no hay españoles que sirvan oficios bajos, sin los cuales “las casas no pueden pasar, y todo el de que aquí se usa es negros”, y como los Oficiales Reales, el Gobernador y los demás ministros de justicia “no podemos pasar sin ellos” los deben “dar” un poco más baratos que a los demás, y como esto puede traer inconvenientes (I. 28) al Rey porque no se la pagaría la Cuarta parte de su valor sino un poco menos, le solicitan que se los deje al precio en que se rematen los otros, “porque con esto se excusarán algunas quejas y los que aquí servimos a vuestra majestad procederemos con más libertad”.
16. En otras oportunidades ha pedido al Rey que ordene que los navíos de negros sobre los que el Rey cobra la Cuarta parte, tengan señalado un puerto específico dónde llegar y que si llegan a otro, se envíen “a la parte donde fueren consignados, porque lo contrario será notable pérdida, e irán a la parte donde mejor acogida se les hiciere y más comodidad para sus ventas, y encubrir lo que tuvieren sin registro”. 
Es necesario que el Rey ordene que los negros “se vendan en pública almoneda y se rematen en la persona que más diese por ellos, ahora por junto, ahora por partidas”, pues la Corona puede perder mucho si los venden a precios más bajos o si los sacan a revender (I. 29). 
17. El Gobernador informa que como viene un nuevo Obispo para estas tierras y también otro presidente para la Audiencia de Santa Fe, “se mande que juntos den orden en el tratamiento de los indios y provean del remedio que conviene para su conservación, porque yo hallo la costumbre de sus molestias, vejaciones y malos tratamientos en tanta posesión” que si el Rey no ordena de nuevo lo que les toca hacer y que lo hagan “con rigor, será imposible poderlos valer”. 
El Gobernador les dirá lo que ha hecho sobre este tema en el tiempo que lleva en el cargo, e informa que ha cumplido con la real cédula del 11 de febrero de 1587 [registro A-OR-1994] que ordena “proceder contra los mayordomos de indios”, y pues los ha castigado y ha “remediado lo que en el distrito de esta provincia se ha podido, y de lo que les tocare, tendré siempre mucho cuidado” (I. 30).

Módulo de descriptores
Onomásticos
Personas Mencionadas Cargo 1 Cargo 2
Ludeña, Pedro de
Gobernador de la Provincia de Cartagena
Felipe II
Rey de España
Virrey del Perú
Virrey de Nueva España
Ramos, Baltazar
Maestre de navío
Paniagua, Francisco de
Capitán
Flores de Quiñones, Álvaro
General de armadas
Tejeda, Juan de
Maestre de campo
Antonelli, Bautista
Ingeniero Militar
Eraso, Miguel de
Teniente de armadas
Eraso, Cristóbal de
General de armadas
Arce, Sancho de
Cabo de armadas
López, Francisco
Escribano
Ruiz de Villena, Juan
Heredia, Pedro de
Adelantado
Pineda, Andrés de
Temáticos
NIVEL 1 NIVEL 2 NIVEL 3
Arquitectura civil Casas
Arquitectura militar Fortificaciones Caballeros
Arquitectura militar Fortificaciones Estacadas
Arquitectura militar Fortificaciones Fuertes
Arquitectura militar Fortificaciones Trincheras
Asuntos laborales Funciones de cargos Gobernadores
Asuntos laborales Funciones de cargos Obispos
Asuntos laborales Funciones de cargos Personal de armadas
Asuntos laborales Salarios Personal de armadas
Asuntos laborales Salarios Personal de milicias
Ciudad Rescate de inmuebles
Comercio Esclavos
Construcción Obras civiles Reparaciones
Construcción Obras de defensa Estado de las obras
Construcción Obras de defensa Materiales de construcción
Construcción Obras de defensa Reparaciones
Construcción Personal de construcción Ingenieros militares
Construcción Personal de construcción Maestres de campo
Defensa Armadas reales Armadas de guardia
Defensa Armadas reales Custodia de costas
Defensa Armadas reales Delitos
Defensa Armadas reales Denuncias
Defensa Armadas reales Rutas de armadas
Defensa Armadas reales Soldados de armadas
Defensa Armadas reales Tripulación
Defensa Conflictos bélicos Ataques de esclavos
Defensa Conflictos bélicos Captura de esclavos
Defensa Conflictos bélicos Fuga de esclavos
Defensa Conflictos bélicos Muertes
Defensa Conflictos bélicos Rebeliones
Defensa Conflictos bélicos Rescate de inmuebles
Defensa Conflictos bélicos Saqueos
Defensa Milicias Envío de soldados
Defensa Milicias Guardias
Defensa Milicias Huida de soldados
Defensa Milicias Vivienda
Esclavitud Comercio Precios de esclavos
Esclavitud Comercio
Esclavitud Delitos Fugas
Esclavitud Delitos Rebeliones
Esclavitud Delitos Robo de indias
Esclavitud Oficios Obreros
Esclavitud Ritos
Esclavitud Vivienda Palenques
Fenómenos naturales Lluvias Destrucción de fortificaciones
Fenómenos naturales Tormentas Destrucción de fortificaciones
Gobierno Asuntos de gobierno Gobernadores
Gobierno Asuntos de gobierno Protección a indios
Gobierno Delimitación competencias Gobernación y armadas
Hacienda Egresos de la Corona Dotación de armadas
Hacienda Egresos de la Corona Salarios
Hacienda Egresos de la Corona Situado
Hacienda Impuestos Cuartos
Hacienda Ingresos de la Corona Impuestos
Hacienda Ingresos de la Corona Venta de esclavos
Indígenas Ataques Esclavos a indios
Indígenas Maltrato a indios
Indígenas Templos
Indígenas Tesoros indígenas Saqueo de sepulturas
Iglesia Católica Asuntos de doctrina Esclavos
Iglesia Católica Asuntos de justicia Protección a fugitivos
Iglesia Católica Asuntos de justicia Protección a indios
Iglesia Católica Instituciones eclesiásticas Monasterios
Justicia Denuncias Incumplimiento de ordenanzas
Justicia Denuncias Maltratos
Justicia Denuncias Lesiones personales
Justicia Denuncias Protección a fugitivos
Justicia Denuncias Robos
Justicia Procesos judiciales Pleitos de milicias
Población Mujeres Secuestro de indias
Salud Enfermedades
Territorio Ubicación tesoros indígenas
Transporte Marítimo Navíos averiados
Transporte Marítimo Navíos de aviso
Transporte Marítimo Navíos mercantes
Transporte Marítimo Rutas marítimas
Institución
  • Armada de Galeras de la Guardia de Tierra Firme
  • Armada Real Española
  • Audiencia Real de Guatemala
  • Audiencia Real de Panamá
  • Audiencia Real de Quito
  • Audiencia Real de Santa Fe
  • Flota de Tierra Firme
  • Gobernación de la Provincia de Cartagena
  • Gobernación de la Provincia de Popayán
  • Virreinato de la Nueva España
  • Virreinato del Perú
Lugares mencionados original Ubicación geográfica actual Lugar
Honduras
  • Centroamérica
  • Honduras
  
Panamá
  • Centroamérica
  • Panamá
  • Ciudad de Panamá
  
Nombre de Dios
  • Centroamérica
  • Panamá
  • Nombre de Dios
  
Nueva España
  • Centroamérica
  • México
  
Cartagena
Fuerte de San Matías
  • Suramérica
  • Colombia
  • Bolívar
  • Cartagena
  
Bocagrande
Cartagena
Trinchera de la Caleta
  • Suramérica
  • Colombia
  • Bolívar
  • Cartagena
  
Parque de la Marina
Cartagena
Monasterio de Santo Domingo
  • Suramérica
  • Colombia
  • Bolívar
  • Cartagena
  
Convento de Santo Domingo
Cartagena
Trinchera de la Ciénaga del Ahorcado
  • Suramérica
  • Colombia
  • Bolívar
  • Cartagena
  
Laguna El Cabrero
Provincia de Popayán
  • Suramérica
  • Colombia
  • Cauca
  
Nuevo Reino de Granada
  • Suramérica
  • Colombia
  • Cundinamarca
  
Provincia de Cartagena 
Río Cenú
  • Suramérica
  • Colombia
  • Río Sinú
  
Provincia de Cartagena 
Tolú
  • Suramérica
  • Colombia
  • Sucre
  • Tolú