Información de testigos sobre el cobro de derechos de almojarifazgo por las perlas y piedras que se vendan en las Indias.

Cargos contra los oficiales reales de Hacienda de la Provincia de Cartagena por no haber cobrado almojarifazgo sobre las perlas y piedras que se venden en Cartagena. El Notario y Escribano Público Francisco Jiménez, quien asiste a Fernando de Sierralta, Contador General de Cuentas de Hacienda para la Provincia de Cartagena y otras partes en la “visita de las cuentas tocantes a la comisión e instrucción que de su majestad tiene”, informa sobre ciertos cargos dados por Sierralta contra los oficiales reales de Hacienda de aquella provincia, por el cobro del almojarifazgo sobre las perlas y piedras que se traen a Cartagena y la “ejecución e cumplimiento de un arancel real dado en veinte e ocho de diciembre del año pasado de quinientos y sesenta y ocho”. Información de testigos sobre el cobro de derechos de almojarifazgo por las perlas y piedras que se venden en las Indias. El 4 de enero de 1580 se tomó testimonio a los siguientes testigos, convocados por el Contador Sierralta: Baltazar Núñez, maestre de su galera San Antonio; Diego Márquez, maestre de su galera Santisteban; Luis Manuel, piloto de la Carrera de las Indias; Pedro Vélez Enríquez, mercader y dueño de la nave San Vicente; Alonso López, maestre de la nave Santa María de Begoña; Ambrosio de Unda, veedor y proveedor de la Armada real de la Guarda de la costa de la Provincia de Cartagena; Diego Felipe de Andino, maestre de su nave La Salvadora y Juan Baena, vecino de Cartagena.

1.Los testigos fueron preguntados si las perlas y piedras que se sacan y venden en Cartagena pagan el impuesto del quinto. La mayoría de los testigos respondieron que saben que las perlas y piedras pagan el quinto en el puerto donde se venden. Los que han navegado por años por estas costas aseguran que nunca han visto que se pague otro derecho por ellas en las Indias, y que las que llevan a España, pagan en la Casa de la Aduana cierto almojarifazgo; algunos no saben el monto, otro cree que pagan entre el 10 y el 15%, y Ambrosio de Unda afirma que en la aduana de Sevilla se paga el 15%, “los cinco de almojarifazgo e los diez de alcabala, por ser habida e tenida por mercadería" (I. 23).

2. Después de que se les leyó el capítulo sobre aranceles ordenado por el Rey, fueron preguntados si sabían que las perlas y piedras que se sacan en el Río de la Hacha y en Margarita deben pagar almojarifazgo en las Indias cuando se venden en los puertos, al igual que las otras mercadurías. Los testigos responden de distintas maneras : Baltazar Núñez y Alonso López afirman que no conocían este arancel, y que las mercadurías que más valor tienen son las perlas y piedras, porque los cueros, azúcar, gallinas y puercos valen mucho menos. Están de acuerdo en que se cobre almojarifazgo a las perlas y piedras, y Luis Manuel afirma que “al cabo de tantos años que el arancel está en estas partes, si la voluntad de su majestad fuera que las dichas perlas e piedras pagaran el dicho derecho, que no se hubiera disimulado” (I. 20).

3. Al ser preguntados si estaban de acuerdo en que además del quinto, se pague el 2.5% adicional de almojarifazgo a las mercaderías de “mucho interés”, la mayoría de los testigos respondieron que están de acuerdo, e inclusive Pedro Vélez Enríquez, Alonso López, Ambrosio de Unda y Juan de Baena respondieron que si ellos fuesen oficiales reales de Hacienda, harían cumplir el mencionado arancel y cobraría los derechos de almojarifazgo a las perlas y piedras que se vendan en las Indias. Luis Manuel respondió “que no sabe”, y que para saberlo, "será menester que lo digan personas que mejor lo entiendan, que este que declara", pero "si su majestad lo manda, será muy bien que se cumpla" (I. 20). Al final de las declaraciones de los testigos viene el testimonio de fe firmado por el Escribano Francisco Jiménez, quien certifica la veracidad de este documento (I. 26).