El Cabildo de Cartagena solicita se vea la información enviada sobre la necesidad de tener cuatro galeras en aquella ciudad para defender la costa de enemigos ingleses.
Mención al estado en que se encuentra la construcción de la muralla hecha por el Gobernador Acuña en Cartagena y datos sobre los materiales que fueron utilizados.

Carta de varios miembros del Cabildo de Cartagena al Rey Felipe en la que le informan que como la dicha ciudad “está en parte tan combatida y frecuentada de enemigos ingleses con rebatos de armadas cada año, siempre los vecinos de ella, con gran deseo de servir a vuestra majestad y defender nuestras casas, hemos procurado vivir con la vigilancia y cuidado que el ordinario peligro pide”, considerando siempre “los medios más eficaces que podría haber para su seguridad”, y entre ellos, el más importante es que en aquel puerto haya “cuatro galeras bien tripuladas” para que la ciudad y aquella costa estén más seguros, “y para más justificación de esta pretensión”, se le envió con el Procurador Pedro Coronado “una información muy copiosa”, pero como el dicho procurador falleció en la Corte y por “sospechar [que] no hubo lugar de hacer las diligencias que la ciudad le ordenó”, le envían esta carta para presentarla en el Consejo de Indias y le suplican “sea servido de mandar se vea”, además de una carta del Gobernador Acuña escrita en 1597 al licenciado Laguna, Presidente del dicho Consejo, y que al verlo todo, “mande proveer lo que más del servicio de vuestra majestad y seguridad de esta costa conviniere”.
Afirman que con un poco más de lo que gastan hoy, “las dos galeras y el Presidio [de Cartagena], se hará la de las cuatro galeras, que habiéndolas, no parece habrá necesidad de Presidio, mayormente ahora que el Gobernador tiene la ciudad toda cercada de muralla de terraplenos con maderas y tablazón (I. 1) muy fuerte, con que tendrá más seguridad”, al enviarse la artillería y municiones que se han pedido. 
Documento firmado por el Gobernador don Pedro de Acuña, Luis Polo del Águila, don Alonso de Mendoza Carvajal, Juan de Iturrieta Alcibia, Pedro de Sancibrián, Juan de Villoria y Dávila, Diego Caro y Esteban Fernández ante el Escribano Francisco Dalva (I. 2).