Memorial sobre el estado de pobreza en que se encuentra el Hospital de Cartagena, e intromisión de prebendados de la Catedral en asuntos de la iglesia de dicho hospital.

Carta de don Pedro Fernández de Busto, Gobernador de la Provincia de Cartagena, en la que informa al licenciado Gaspar Ulloa de Toro lo que debe solicitar al Rey Felipe y al Consejo de Indias “en favor del hospital de la ciudad de Cartagena”.
Denuncia que los prebendados de la Iglesia Catedral de Cartagena, además de “llevar su prebenda, llevan entre sí todo lo que es curado y nombran un cura que lo sirva” y se oponen a que el capellán del hospital de Cartagena, “que es el más pobre que hay en las Indias, no administre los sacramentos a los pobres de él”, y aunque la iglesia del hospital fue bendita  por el Obispo Dionisio de Santis, antecesor de fray Juan de Montalvo y su construcción era “de piedra y cubierta de teja, no quieren haya santísimo sacramento en ella … y los pobres que mueren en el dicho hospital los entierran en la Iglesia Mayor, dando fianzas el Mayordomo del hospital de que pagará el entierro y sepultura” y por esto, el hospital “recibe notorio agravio”, pues se sustenta solamente de limosnas.
Por todo ello, solicita que se pida a Su Santidad otorgue “licencia para que se tenga santísimo sacramento” y que los santos óleos y los sacramentos se administren en el hospital por parte de su capellán, “que pueda tener campana y  se entierren los pobres y los demás … en el dicho hospital”, y que Su Santidad “sea servido de conceder al dicho hospital las gracias” e indulgencias que tiene el Hospital Real de la Corte.
El Gobernador Fernández (I. 3) firma esta carta en nombre del Hospital de San Sebastián, de la ciudad de Cartagena.
Este memorial fue enviado al licenciado Villafañe, en la Corte.
Anotación de otra mano que dice que se otorgó una cédula, la cual “se verá en el libro de Roma” (I. 4).