Informe sobre la labor realizada para sacar oro de unas quebradas cerca a Zaragoza, tipos de oro encontrado en los cateos y posesión de los mencionados yacimientos.

El Capitán Juan Rangel envía carta a don Pedro Fernández de Busto, Gobernador de la Provincia de Cartagena, con información de lo que ha hecho, en cumplimiento de la comisión que le fue dada.
1.Informa que ordenó “ir a las quebradas donde se sacó el oro que a vuestra merced envió con Alonso Sánchez de Robledo, a las catear y ver por vista de ojos lo que en ellas y otras había salido de esta villa” el 6 de mayo, y estando allí, cató 5 de las dichas piezas: “dos diestras que eran del negro de Juan de Veleño y el indio que sacó el primer oro, y las otras tres, no tan diestras, hallé en ellas oro en la peña”. 
Afirma que en uno de estos yacimientos que los mineros llaman “cabañas”, trabajaron dos días: las “piezas diestras [se] sacaron el primer día a peso cada una y el segundo a peso y medio tomín, y las otras no tan diestras, el primer día las dos a cinco tomines y la una a seis y el segundo día las dos a cinco tomines y medio y la otra siete”. 
El Capitán acordó pagar para catear otras piezas y halló oro en todas las de aquella peña: durante los dos días “que se labró en la en la quebrada que digo”, se sacaron 10 pesos y 1 tomín, y de ellos, le envía 9 pesos para que vea el oro, y envía relación detallada de estas piezas a Alonso Sánchez y a Martín de Bermeo “y el auto de la posesión que tomé de ella, para que ellos la den a vuestra merced”. Asimismo, le parece que cada día de trabajo podrán sacar un peso de piezas diestras, y de las que no son tan “diestras”, sacarán medio.
El Capitán Rangel le dice al Gobernador que “si en el tomar la posesión faltó de hacerse alguna cosa conveniente” y se requiere que “yo vuelva a ello, lo haré luego que vuestra merced sea servido de mandármelo”.
2. Informa que Juan de Velena partió de Mompós hace 7 días, rumbo a Zaragoza, “comisionado de ir a la sierra luego como viniese de esa ciudad y parece [que]no pudo”: fue un acierto (I. 1) dejarlo allá, para que “en señal de posesión” dejaran cuatro o cinco personas para sacar oro de “aquellas quebradas, que con el resguardo de soldados y siete y ocho serranos de los de mi encomienda, quedarán seguros” (I. 2).