Orden para que el General de la Armada entregue al Cabildo de Cartagena la artillería, municiones y armas que tienen las naves que se darán al través, y que presente los documentos que soportan dicha entrega en la Casa de Contratación de Sevilla para que de los bienes de difuntos de Cartagena, paguen su valor.

Auto de don Francisco de Toledo, Virrey del Perú, por el cual ordena al General Diego Flores de Valdés, General de la Armada Real, “que antes que salga de la ciudad de Cartagena, ahora cuando volviere a él, de los navíos que se han de dar al través, dé y entregue y haga dar y entregar a la justicia y regimiento de la dicha ciudad de Cartagena el artillería y municiones contenida en el auto que de suso se contiene” [registro A-CC-0011-24], constándole que la obligación que debe hacer el Cabildo de Cartagena está en poder de los oficiales de Hacienda de la Provincia de Cartagena, “y después de apreciada (I. 165) el artillería y municiones según y por la forma que en el dicho auto se contiene” y con la copia del auto del Virrey, la carta del Cabildo donde conste la entrega y recibo de la mencionada artillería y la obligación del pago que hará el Cabildo, lo presente ante los oficiales de la Casa de la Contratación de Sevilla “para que de los bienes de difuntos que el dicho señor General lleva de la dicha ciudad de Cartagena, se den y paguen a los dueños de la dicha artillería y municiones, a cada uno lo que ansí hubiere de haber, conforme al precio que se hubiere hecho por las personas susodichas”, y que quede registrado en los libros de la Casa de Contratación “razón de todo lo susodicho”.
Asimismo, el Virrey espera que el General de la Armada “cumpla y guarde lo por su excelencia aquí ordenado (I. 166) en nombre de su majestad, so pena de dos mil pesos de oro para la Cámara y Fisco de su majestad y más todos los daños y menoscabos que a la dicha ciudad le sobreviniesen por el peligro que le consta en que queda y está, y él protestaba todo el deservicio que a su majestad y a sus súbditos y vasallos se recreciere por no se haber proveído y prevenido el dicho puerto y ciudad de Cartagena”.
El Virrey firmó este auto y ordenó que se notifique su contenido al General de la Armada Real.

En la ciudad del Nombre de Dios, junio 14 de 1569, don Diego López de Herrera, Secretario del Virrey del Perú, notificó el auto de don Francisco de Toledo al General Diego Flores de Valdés, “el cual dijo que lo oía, siendo presentes por testigos Alonso Gutiérrez y Lorenzo López y Juan García, estantes en esta dicha ciudad” (I. 167).